Hace 30 años en 1995 un grupo de personas viendo el incremento de jóvenes en el mundo oscuro, decidieron ayudarlos y crearon la comunidad terapéutica “Nuevo Horizonte”
Testimonios
AJGVG-C – 28 Años
“Llegué a nuevo Horizonte en Enero del 2019, por intermedio de mi familia. Me volví dependiente de vicios y sustancias, estaba perdiendo poco a poco todos mis bienes y propiedades, los hermanos del centro de rehabilitación fueron a rescatarme como yo digo, al lugar donde estaba y me trasladaron a la casa de rehabilitación, desde ese momento todo en mi vida cambio, aprendí muchas cosas y a controlar mi adicción, gracias a las charlas que recibía y la disciplina que me implantaron en todo momento. Cuando me di cuenta, era otra persona, y cuando me tocó volver a salir, estaba muy seguro quién era y de qué quería, recuperé a mi familia y mi economía se volvió estable”
SRSQ – 51 Años
“Tengo 22 años de abstinencia, Nuevo Horizonte se volvió mi nueva familia, me recuperé por completo. Yo antes había pasado por 2 centros de rehabilitación, supuestamente me había recuperado, pero volví a recaer, me di una nueva oportunidad por mis hijos y confié en Dios, así llegue a la casa de rehabilitación, y esa fue la definitiva, recuperé el amor en mí, respeto, volvieron muchos valores que había perdido y que no aprendí antes. Estoy muy agradecido con ellos, lo mejor que tienen es su disciplina, te ordenan la vida y te hacen ver que tienes una nueva oportunidad gracias a Dios para empezar de cero, en la actualidad tengo un trabajo estable, mis hijos son profesionales y cada mes visito el centro para hablarles a los más pequeños de la nueva oportunidad que tienen, para que no cometan más errores”
M.E. – 16 Años
“Soy un adolecente de 16 años, pasé comunidad en nuevo horizonte, la etapa antes de ingresar solo era un dolor de cabeza para mi familia y amigos, estaba en 4to secundaria y las amistades me llevaron por el mal camino y empecé con los vicios y meterme en problemas, hasta que un día casi corre en riesgo mi vida, y mi familia decidió enviarme al centro de rehabilitación, llegué pensando que podía ser igual en la calle, pero poco a poco fui entendiendo que mi comportamiento no me llevaba a ningún lado, empecé a tener unas rutina de vida, levantarme temprano, comer a mis horas, hacer las labores diarias de casa, hice deportes, me enseñaron a cocinar, mecánica, canto, inglés, terapias de autocontrol y muchas cosas más. Hoy, estoy acabando mi secundaría y quiero ser un profesional”